No quiero otros Hans Pozo
4/19/2006
El hallazgo de restos humanos esparcidos por Santiago dio inicio a una intriga policial como pocas en la historia de la investigación criminalística chilena. La fiscalía descubre las verdaderas razones que tuvo el comerciante para sembrar pistas falsas en una carta en la que reconoció implícitamente su autoría en el homicidio.
Una venganza entre narcotraficantes, una brutal lección por traicionar a antiguos cómplices, un crimen pasional cometido por encargo, etc. Toda hipótesis quedó corta frente a lo escabroso de lo que realmente ocurrió en el caso del descuartizado de Puente Alto.
Un hombre aparentemente ejemplar, padre de familia, próspero comerciante y dirigente gremial jugado por los suyos. Al otro lado de la moneda un joven marginal, drogadicto, vagabundo, ladrón, de rasgos finos y pelo rubio. Nada en común entre ambos. Y mucho a la vez.
Jorge Martínez Arévalo, de 41 años, jefe de inspectores de la Municipalidad de La Pintana, es hasta ahora el único sospechoso del crimen de Hans Hernán Pozo Vergara, de 20 años, 'El Rucio'. Pero Martínez se suicidó antes de llegar a responder ni una pregunta sobre el homicidio.
El fiscal jefe de Puente Alto, Pablo Sabaj, a cargo de la investigación, ha reunido evidencia suficiente como para acreditar que Martínez llevaba una tortuosa doble vida y que se relacionaba con jóvenes que ejercían el comercio sexual gay, entre ellos 'El Rucio'.
1. Trozos de Hans
Pero Martínez escribió una carta preparando su suicidio. Sintiéndose acorralado y viendo a diario las noticias que hablaban del 'caso descuartizado', inventó en la nota que Hans era su hijo y lo estaba extorsionando. Una prueba de ADN derrumbaría esa versión. Era una más de las mentiras de Martínez, quien en la misiva sostiene que pidió ayuda a dos policías para resolver su 'problema' con el muchacho.
Pozo fue asesinado de dos tiros en la nuca y su cuerpo fue descuartizado en 10 partes que fueron diseminadas en las comunas de Puente Alto y San Bernardo. Antes, el o los autores del crimen cercenaron las yemas de los dedos y los tatuajes del cuerpo para impedir su identificación.
Los trozos fueron lavados cuidadosamente y luego refrigerados.
Jorge Martínez se quitaría la vida la tarde del sábado 8 de abril pegándose un tiro en el cráneo, mientras personal de Carabineros intentaba interrogarlo por el crimen. Tras de sí dejó una sombría historia de dudas, una carta colmada de falsedad y la sorpresa de una doble vida que recién ahora se comienza a conocer.
El lunes 27 de marzo un perro quiltro llamado 'Rocky' es visto en la población Marta Brunet con un pie humano aferrado en su hocico. Nace así el caso del 'descuartizado de Puente Alto'. La fiscalía local ordena de inmediato a Carabineros efectuar un rastreo minucioso en la zona frente a la posibilidad de hallar más restos humanos. Esa misma noche los efectivos policiales encuentran la cabeza con dos impactos de bala y la nariz arrancada de la cara.
Los vecinos del sector comienzan a hablar de una venganza narco y mencionan una misteriosa camioneta blanca que fue vista arrojando desperdicios por el sector.
El miércoles 29 fueron hallados los dos brazos y las dos piernas. Los tatuajes de las extremidades estaban cercenados. Al día siguiente fue hallado el pie izquierdo. A esas alturas el horror no hacía más que aumentar. El jueves, el fiscal Sabaj ordena al Servicio Médico Legal la confección de un retrato digital del rostro de la víctima, el que es exhibido públicamente ante la posibilidad de que alguien pueda aportar datos sobre el caso o reconocer al descuartizado. Quedaba claro que no se estaba ante un caso vulgar de homicidio.
2. La identificación
Juan Molina, 'El Huaso Molina', es interrogado ese mismo día por su presunta vinculación con el crimen al ser el dueño de la camioneta sospechosa. Efectivos policiales allanan su casa y lo detienen por porte ilegal de armas. Permanece recluido por cinco horas, pero éste niega cualquier vinculación con el crimen.
Cuatro días más tarde son halladas las manos. Las yemas habían sido arrancadas a cuchillo.
El martes 4 de abril, en un camino rural de San Bernardo, Carabineros encuentra el tronco. Las nalgas no estaban y tampoco las vísceras. Se detecta que las partes del cadáver habían sido lavadas y expuestas al frío.
Simultáneamente, el Laboratorio de Criminalística de Investigaciones logra reconstruir con éxito las impresiones dactilares de la víctima. Tras cotejar esa información en los archivos carcelarios, el miércoles 6 Gendarmería determina que los restos corresponden al joven ex presidiario Hans Pozo Vergara.
La idea del fiscal Pablo Sabaj era mantener durante 10 horas en secreto la identidad de Pozo para avanzar en las pesquisas. Pero una descoordinación con Investigaciones deriva en que el nombre se haga público, dificultando las diligencias, según reconocería más tarde el propio fiscal.
Esa noche en la Villa La Cultura, quienes conocen a Hans Pozo señalan que el joven era adicto a la pasta base y que se dedicaba a la prostitución como una manera de costear su dependencia. Lo definen como una persona tranquila que deambulaba por el sector.
3. Hipótesis contradictorias
Ajenos al trajín policial, los vecinos ya tienen su propio sospechoso: un comerciante de helados del sector. Varios jóvenes señalaban que esta persona buscaba a Pozo para requerir sus servicios sexuales.
Efectivos de la BH y Carabineros reúnen testimonios sobre la vida de 'El Rucio' y se comienzan a esbozar las primeras líneas de investigación.
La policía civil apuesta por un ajuste de cuentas entre narcotraficantes vinculados al crimen organizado. Incluso piden dos órdenes de detención al fiscal Sabaj: una para un ciudadano mexicano y otra para el dueño de una camioneta Volkswagen Saveiro supuestamente ligado a Hans Pozo. El fiscal niega la solicitud. Mientras, Carabineros indaga un presunto crimen pasional de carácter homosexual.
Paralelamente, la fiscalía detecta que una de las direcciones dadas por Hans Pozo en investigaciones penales era nada menos que la del... heladero. La BH no habría compartido esa línea investigativa insistiendo en su tesis del crimen organizado, por lo que las pesquisas son encomendadas por Sabaj al OS-9 de Carabineros.
4. El suicidio
Querían hablar con él, pero todo salió mal. Cerca de las 15.00 del sábado 8 de abril unos 10 efectivos de Carabineros llegaron hasta la distribuidora de helados de Jorge Martínez, en Venancia Leiva con Santa Rosa. Su intención era interrogarlo sobre el caso. Desde el exterior del local se escuchó un tiro. Martínez había escapado hasta una pieza interior, donde se disparó en la sien.
El frontis del local se colmó de policías de ambas instituciones y, según versiones que se manejan al interior de Carabineros, algunos detectives esparcieron el rumor de que los policías uniformados habían matado al comerciante, quien, además, no tenía nada que ver en el crimen de Hans Pozo.
Róbinson Martínez, hermano del microempresario, fue el primero en atenderlo y en medio de gritos y su mano derecha manchada con la sangre de Jorge acusó a los policías de darle muerte.
Peritajes ordenados en el lugar y una autopsia practicada en el SML han desvirtuado esta tesis, al establecer que se trató de un suicidio.
5. La carta
Ese mismo día en la noche se descubre que el comerciante había dejado una carta de 20 páginas escritas a mano. En ella hizo un implícito reconocimiento en la autoría del crimen, al asegurar que Pozo lo extorsionaba por el tema de la paternidad.
El lunes 10 peritos del Labocar encuentran abundantes rastros de sangre en el furgón de Jorge Martínez. El análisis no dejó dudas: era la sangre de 'El Rucio'.
Hasta el momento se ha establecido que gran parte de lo escrito era mentira y que la angustia de que la doble vida que llevaba se hiciera pública lo habría llevado a matar al joven y esparcir sus restos. Ello, sin siquiera imaginar lo que vendría.
Una venganza entre narcotraficantes, una brutal lección por traicionar a antiguos cómplices, un crimen pasional cometido por encargo, etc. Toda hipótesis quedó corta frente a lo escabroso de lo que realmente ocurrió en el caso del descuartizado de Puente Alto.
Un hombre aparentemente ejemplar, padre de familia, próspero comerciante y dirigente gremial jugado por los suyos. Al otro lado de la moneda un joven marginal, drogadicto, vagabundo, ladrón, de rasgos finos y pelo rubio. Nada en común entre ambos. Y mucho a la vez.
Jorge Martínez Arévalo, de 41 años, jefe de inspectores de la Municipalidad de La Pintana, es hasta ahora el único sospechoso del crimen de Hans Hernán Pozo Vergara, de 20 años, 'El Rucio'. Pero Martínez se suicidó antes de llegar a responder ni una pregunta sobre el homicidio.
El fiscal jefe de Puente Alto, Pablo Sabaj, a cargo de la investigación, ha reunido evidencia suficiente como para acreditar que Martínez llevaba una tortuosa doble vida y que se relacionaba con jóvenes que ejercían el comercio sexual gay, entre ellos 'El Rucio'.
1. Trozos de Hans
Pero Martínez escribió una carta preparando su suicidio. Sintiéndose acorralado y viendo a diario las noticias que hablaban del 'caso descuartizado', inventó en la nota que Hans era su hijo y lo estaba extorsionando. Una prueba de ADN derrumbaría esa versión. Era una más de las mentiras de Martínez, quien en la misiva sostiene que pidió ayuda a dos policías para resolver su 'problema' con el muchacho.
Pozo fue asesinado de dos tiros en la nuca y su cuerpo fue descuartizado en 10 partes que fueron diseminadas en las comunas de Puente Alto y San Bernardo. Antes, el o los autores del crimen cercenaron las yemas de los dedos y los tatuajes del cuerpo para impedir su identificación.
Los trozos fueron lavados cuidadosamente y luego refrigerados.
Jorge Martínez se quitaría la vida la tarde del sábado 8 de abril pegándose un tiro en el cráneo, mientras personal de Carabineros intentaba interrogarlo por el crimen. Tras de sí dejó una sombría historia de dudas, una carta colmada de falsedad y la sorpresa de una doble vida que recién ahora se comienza a conocer.
El lunes 27 de marzo un perro quiltro llamado 'Rocky' es visto en la población Marta Brunet con un pie humano aferrado en su hocico. Nace así el caso del 'descuartizado de Puente Alto'. La fiscalía local ordena de inmediato a Carabineros efectuar un rastreo minucioso en la zona frente a la posibilidad de hallar más restos humanos. Esa misma noche los efectivos policiales encuentran la cabeza con dos impactos de bala y la nariz arrancada de la cara.
Los vecinos del sector comienzan a hablar de una venganza narco y mencionan una misteriosa camioneta blanca que fue vista arrojando desperdicios por el sector.
El miércoles 29 fueron hallados los dos brazos y las dos piernas. Los tatuajes de las extremidades estaban cercenados. Al día siguiente fue hallado el pie izquierdo. A esas alturas el horror no hacía más que aumentar. El jueves, el fiscal Sabaj ordena al Servicio Médico Legal la confección de un retrato digital del rostro de la víctima, el que es exhibido públicamente ante la posibilidad de que alguien pueda aportar datos sobre el caso o reconocer al descuartizado. Quedaba claro que no se estaba ante un caso vulgar de homicidio.
2. La identificación
Juan Molina, 'El Huaso Molina', es interrogado ese mismo día por su presunta vinculación con el crimen al ser el dueño de la camioneta sospechosa. Efectivos policiales allanan su casa y lo detienen por porte ilegal de armas. Permanece recluido por cinco horas, pero éste niega cualquier vinculación con el crimen.
Cuatro días más tarde son halladas las manos. Las yemas habían sido arrancadas a cuchillo.
El martes 4 de abril, en un camino rural de San Bernardo, Carabineros encuentra el tronco. Las nalgas no estaban y tampoco las vísceras. Se detecta que las partes del cadáver habían sido lavadas y expuestas al frío.
Simultáneamente, el Laboratorio de Criminalística de Investigaciones logra reconstruir con éxito las impresiones dactilares de la víctima. Tras cotejar esa información en los archivos carcelarios, el miércoles 6 Gendarmería determina que los restos corresponden al joven ex presidiario Hans Pozo Vergara.
La idea del fiscal Pablo Sabaj era mantener durante 10 horas en secreto la identidad de Pozo para avanzar en las pesquisas. Pero una descoordinación con Investigaciones deriva en que el nombre se haga público, dificultando las diligencias, según reconocería más tarde el propio fiscal.
Esa noche en la Villa La Cultura, quienes conocen a Hans Pozo señalan que el joven era adicto a la pasta base y que se dedicaba a la prostitución como una manera de costear su dependencia. Lo definen como una persona tranquila que deambulaba por el sector.
3. Hipótesis contradictorias
Ajenos al trajín policial, los vecinos ya tienen su propio sospechoso: un comerciante de helados del sector. Varios jóvenes señalaban que esta persona buscaba a Pozo para requerir sus servicios sexuales.
Efectivos de la BH y Carabineros reúnen testimonios sobre la vida de 'El Rucio' y se comienzan a esbozar las primeras líneas de investigación.
La policía civil apuesta por un ajuste de cuentas entre narcotraficantes vinculados al crimen organizado. Incluso piden dos órdenes de detención al fiscal Sabaj: una para un ciudadano mexicano y otra para el dueño de una camioneta Volkswagen Saveiro supuestamente ligado a Hans Pozo. El fiscal niega la solicitud. Mientras, Carabineros indaga un presunto crimen pasional de carácter homosexual.
Paralelamente, la fiscalía detecta que una de las direcciones dadas por Hans Pozo en investigaciones penales era nada menos que la del... heladero. La BH no habría compartido esa línea investigativa insistiendo en su tesis del crimen organizado, por lo que las pesquisas son encomendadas por Sabaj al OS-9 de Carabineros.
4. El suicidio
Querían hablar con él, pero todo salió mal. Cerca de las 15.00 del sábado 8 de abril unos 10 efectivos de Carabineros llegaron hasta la distribuidora de helados de Jorge Martínez, en Venancia Leiva con Santa Rosa. Su intención era interrogarlo sobre el caso. Desde el exterior del local se escuchó un tiro. Martínez había escapado hasta una pieza interior, donde se disparó en la sien.
El frontis del local se colmó de policías de ambas instituciones y, según versiones que se manejan al interior de Carabineros, algunos detectives esparcieron el rumor de que los policías uniformados habían matado al comerciante, quien, además, no tenía nada que ver en el crimen de Hans Pozo.
Róbinson Martínez, hermano del microempresario, fue el primero en atenderlo y en medio de gritos y su mano derecha manchada con la sangre de Jorge acusó a los policías de darle muerte.
Peritajes ordenados en el lugar y una autopsia practicada en el SML han desvirtuado esta tesis, al establecer que se trató de un suicidio.
5. La carta
Ese mismo día en la noche se descubre que el comerciante había dejado una carta de 20 páginas escritas a mano. En ella hizo un implícito reconocimiento en la autoría del crimen, al asegurar que Pozo lo extorsionaba por el tema de la paternidad.
El lunes 10 peritos del Labocar encuentran abundantes rastros de sangre en el furgón de Jorge Martínez. El análisis no dejó dudas: era la sangre de 'El Rucio'.
Hasta el momento se ha establecido que gran parte de lo escrito era mentira y que la angustia de que la doble vida que llevaba se hiciera pública lo habría llevado a matar al joven y esparcir sus restos. Ello, sin siquiera imaginar lo que vendría.
Posteo esta noticia por que imagino que historias como la de Martinez hay muchas y espero que, como lección para nuestra sociedad y nosotros mismos, no se vuelvan a repetir barbaries como esta, por culpa de la mojigateria y la poca "hombria" de asumirnos como somos y de respetarnos con nuestras diferencias, defectos y virtudes.
11 Comments:
El llevar una doble vida, lleva a la locura a alguna gente.
una gran pena por Hans y peor aun por aquellos que viven en vida su tortura.
Saludos amigi
Pablo
www.culturagay.tk
una gran pena por Hans y peor aun por aquellos que viven en vida su tortura.
Saludos amigi
Pablo
www.culturagay.tk
Mucho de qué hablar sobre el tema.
Pero ya me tiene algo cansado.
Decir sí que la locura humana no tiene condición sexual. Y que la represión que sufre cierto tipo de persona es producto tambien de una suerte de circulo vicioso donde también forma parte el nucleo familiar, la educación y la sociedad misma. Creo que este tipo de individuos sienten tanta represión dentro de sí que la manifiestan de la forma más macabra y cruel que existe. Y ese temor a mostrarnos tal cual somos se debe en gran parte del tejido social que lo circunda.
En cierta manera, somos todos culpables. Ojalá para algunos este caso sea un llamado de conciencia, más que un llamado al morbo sobre los descuartizamientos y las relaciones clandestinas homosexuales.
Cariños
C.
Pero ya me tiene algo cansado.
Decir sí que la locura humana no tiene condición sexual. Y que la represión que sufre cierto tipo de persona es producto tambien de una suerte de circulo vicioso donde también forma parte el nucleo familiar, la educación y la sociedad misma. Creo que este tipo de individuos sienten tanta represión dentro de sí que la manifiestan de la forma más macabra y cruel que existe. Y ese temor a mostrarnos tal cual somos se debe en gran parte del tejido social que lo circunda.
En cierta manera, somos todos culpables. Ojalá para algunos este caso sea un llamado de conciencia, más que un llamado al morbo sobre los descuartizamientos y las relaciones clandestinas homosexuales.
Cariños
C.
Que decir, tal vez detenernos un poco en esta loca carrera y pensar que debemos asumirnos como tal, asumir nuestras responsabilidades sociales y por sobre todo reconocer en el otro un derecho tan valioso como el propio...solo eso.
Saludos
Saludos
me parece que la opción asumirse/doble vida es propia de cada persona...quién sabe las presiones que dicen sentir...pero una cosa me parece más grave
el día que murió el heladero, su familia y amigos sólo se limitaron a asegurar que no había una relación sexual o más bien homosexual entre él y hans.
esto lo mencionaron antes que nada, claramente para "ponerse el parche ante la herida"...
para algunos es más grave ser maricón que asesino...
me quedé helado.
el día que murió el heladero, su familia y amigos sólo se limitaron a asegurar que no había una relación sexual o más bien homosexual entre él y hans.
esto lo mencionaron antes que nada, claramente para "ponerse el parche ante la herida"...
para algunos es más grave ser maricón que asesino...
me quedé helado.
cuando supe de la muerte de Hans, algo me dijo altiro que era gay, no sé porqué, talvez por la brutalidad de su asesinato, no entiendo porque los crímenes entre homosexuales son así de tremendos
y claro, también espero que no vuelva a pasar
y claro, también espero que no vuelva a pasar
LOgica, existencial pura.OPEN MIENT,,jajajaja, eso parte de nustra porpia base social,,..
ABRAZOZ
ABRAZOZ
Apoyo tu idea
y te cuento de paso, que unas amigas llevan a sus "hijos" a atenderse con uds. ja ja
Para que veas que chico es el world..
Besos
C.-
y te cuento de paso, que unas amigas llevan a sus "hijos" a atenderse con uds. ja ja
Para que veas que chico es el world..
Besos
C.-
todo lo que pasó con hans es sórdido y horrible
¿me equivoqué de blog o esto es la versión 2.0 de Martín Zegers????
Actualiza!!!!!
besos
C.
Actualiza!!!!!
besos
C.
Es que tengo pruebas
es que me pica el dedo
es que no, me duele la cabeza
NAdaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Actualiza
amiguito ja ja
es que me pica el dedo
es que no, me duele la cabeza
NAdaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Actualiza
amiguito ja ja
dónde vamos a ir a parar... Todo esto se podría haber evitado...