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La Corte Suprema de Francia reconoció, por primera vez, que los dos integrantes de una pareja homosexual pueden ejercer la autoridad paterna sobre un hijo, en vez de que ésta sólo recaiga sobre ya sea el padre o la madre biológica.
El fallo, que decide cómo interpretar la ley francesa, podría abrir las puertas a un debate en Francia sobre los matrimonios gays y la adopción de niños por parejas del mismo sexo, cuestiones ambas que hasta ahora son ilegales en la nación gala. El máximo tribunal de Francia consideró que una pareja de lesbianas que apeló hasta la última instancia de la justicia francesa tiene el derecho de compartir la responsabilidad paterna, abriendo esa posibilidad a más parejas de este tipo.

"El Código Civil no se opone a que una madre biológica, única titular de la autoridad parental, delegue total o parcialmente el ejercicio (de la paternidad) a la mujer con la que vive en unión estable y continua", argumentó la corte en su veredicto.
El tribunal precisó que las dos únicas condiciones para el ejercicio de este derecho es que "las circunstancias lo exijan y que la medida sea conforme al interés superior del niño". La decisión también aplica a parejas formadas por hombres, donde uno de ellos sea el padre biológico de un hijo.
El fallo judicial se produjo tras un recurso presentado por la Procuraduría francesa contra la decisión de un Tribunal de Angers, en el oeste del país, de conceder la autoridad paterna de un hijo a una mujer que es la pareja sentimental de la madre del menor. La Corte Suprema señaló en su sentencia que los dos hijos educados por esa pareja de lesbianas son "equilibrados, felices, que se benefician del amor, el respeto de la autoridad y de la serenidad necesarias para su desarrollo".
El Supremo ha ratificado esta sentencia y considera que, en caso de accidente de la madre biológica, su compañera sentimental no debería quedar imposibilitada legalmente para proseguir con la educación de los pequeños, función que ya desempeña satisfactoriamente
El fallo se presenta el mismo día en que la primera pareja francesa en formar una unión civil contrajo matrimonio en Bélgica.
"Es una vergüenza tener que ir al extranjero para casarse", dijo Dominique Adamski, 52, quien se casó con Francis Sekens, 60, en Mouscron, un pequeño poblado belga en la frontera con Francia.