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Después de más de dos décadas, Cyndi Lauper intenta recuperar su popularidad con nuevas versiones de las canciones que la hicieron famosa.
Actualmente Cyndi tiene 52 años y a pesar de que ha intentado crear un estilo musical más maduro, el público la recuerda como la joven divertida de los 80. Sus canciones más famosas son consideradas clásicos del pop.
Cuando Rick Chertoff, el productor del primer disco en solitario de Cyndi Lauper, She's So Unusual, le propuso a la cantante en 1983 grabar la canción Girls just wanna have fun, ella se negó. Consideraba que la letra era machista, pues había sido escrita por un hombre, Rob Hazard, quien la cantaba con su grupo. Pero después de insistir durante meses, Chertoff finalmente logró convencerla de que sonaría muy distinto cantada por una mujer. Y acertó. Girls just wanna have fun se convertiría en el primer gran éxito de la artista, y también en un himno para las feministas en los 80. Pero aunque nunca ha dejado de trabajar, la enorme popularidad que la acompañó en sus primeros años no se sostuvo.

Cyndi vuelve a intentar conquistar la cima con su nueva producción, The body acustic, y se pronostica que el ícono de los 80 volverá a figurar en las listas de ventas. Los discos anteriores contenían canciones nuevas, pero curiosamente este es una recopilación, en donde presenta nuevas versiones de sus canciones más famosas, acompañada por importantes músicos como la cantautora Sarah McLachlan, el cantante de reggae Shaggy y el dúo pop japonés Puffy Ami Yumi.

Cynthia Ann Stephanie Lauper, neoyorquina de nacimiento y criada en Queens por su madre de ascendencia italiana, se convertiría rápidamente en un ícono del pop y en una de las grandes figuras del recién creado canal musical MTV. Con su pelo despeinado y pintado de colores estridentes, ropa de almacenes de segunda y una virtuosa voz que pasa de tierna a ronca y potente, Cyndi fue conquistando millones de fanáticos en todo el mundo, y en 1984 ganó el Grammy a mejor nueva artista.
Durante más de 25 años de carrera, ella no ha dejado de crear, cantar y grabar. El público la recuerda especialmente por sus primeros éxitos: la balada Time after Time, a la cual más de 70 artistas le han hecho adaptaciones -entre ellos la leyenda del jazz Miles Davis-, la oda cómica a la masturbación femenina She Bop y I drove all night. Pero los discos que siguieron a su primera grabación no gozaron de la popularidad ni las millonarias ventas. Durante casi toda la década de los 90 se anunció que el esperado regreso triunfal de la cantante estaba a la vuelta de la esquina, pero esto nunca ocurrió.

A principio de los 80, las dos grandes representantes del pop femenino fueron Madonna y ella. Los críticos musicales auguraban, erradamente, que Madonna con su exacerbado erotismo y voz chillona sólo sería un fenómeno pasajero, mientras la talentosa, extravagante e inocente Lauper seguiría cosechando éxitos durante muchos años. A pesar de que sus canciones quedaron registradas en la historia de la cultura y la música popular y su influencia es innegable, su fama, que creció como espuma, se desvaneció pronto también. Y es que generalmente la popularidad dentro del mundo del pop es efímera, sobre todo si se tiene en cuenta que hace 25 años se creó la cultura de los sencillos, que casi siempre eran interpretados por bandas o solistas que desaparecían después de lograr que una canción entrara con fuerza dentro de las listas de ventas.
Cyndi Lauper alcanzó el éxito cuando ya tenía 30 años, edad avanzada para una artista que apenas comienza su carrera. Y como casi todos los músicos, quiso seguir evolucionando con su música, cosa que en parte llevó a que muchos de sus seguidores iniciales perdieran interés cuando su sonido dejó de ser excesivamente comercial y divertido, para volverse más adulto. Ella en verdad tenía talento y una voz entrenada, además de un fuerte interés por cantar canciones con un sentido social e historias que tocaran a las personas.
Lauper dio voz a los que no la tenían, hablaba en sus canciones de temas tabúes, pero con una irreverencia que no era chocante. Por ejemplo, dedicó la canción True Colors a un amigo que murió de sida en 1985, y The ballad of Cleo and Joe cuenta la historia de un travesti que esconde su doble vida. Entre la comunidad gay ella nunca ha perdido fanáticos. No sólo porque siempre luchó por los derechos de los homosexuales y de las mujeres, sino porque su hermana Ellen es lesbiana. "Si realmente estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, entonces Dios es gay también", repite ella cada vez que le preguntan sobre el tema, a pesar de que es heterosexual, casada y tiene un hijo.
No sólo se ha distinguido dentro del mundo de la música. En 1995 ganó un Emmy por su actuación en la serie Mad about you y también apareció en algunas películas en las que su actuación fue bien recibida por los críticos, pero que resultaron fracasos en taquilla.
Desde un comienzo se pudo distinguir que ella era diferente a las demás artistas pop. "Ella no se vendió como un símbolo sexual, tampoco era una roquera fuerte y esos parecían ser los únicos espacios para las mujeres en la música popular. Pero ser talentosa y buscar letras graciosas y dicientes marcaba una diferencia", dijo a SEMANA Theo Cateforis, profesor de historia de la música y la cultura de la Universidad de Syracuse. Y tal vez por eso, a pesar de ya no vender millones de discos, sigue estando vigente. A pesar de que muchos crean que esto se debe a la tendencia por revivir los 80 en una nueva nostalgia del pasado, apoyada por canales como VH1 que rotan videos viejos del principio de la era MTV. Pero ya sea por nostalgia o por una estrategia comercial de la disquera para volver a posicionar a los artistas más vendedores de los 80, es indiscutible que Cyndi Lauper es un ícono dentro de la historia del pop y que tal vez relanzar sus clásicos vuelva a llevarla a los primeros puestos que ocupó hace más de 20 años.